Enfermedad cardiovascular y obesidad

Enfermedad cardiovascular y obesidad

Entender la relación entre la obesidad y la enfermedad cardiovascular es clave para prevenir complicaciones y mantenerte saludable. En este artículo, te explicamos todo lo que tenés que saber.

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Se conoce como enfermedad cardiovascular (ECV) al conjunto de afecciones que involucran al corazón o los vasos sanguíneos.

Generalmente está relacionada con una acumulación de grasa en la pared de las arterias (lo que se conoce como aterosclerosis), que puede aumentar el riesgo de coágulos en la sangre. Puede haber daño sobre distintos tipos de arterias, como por ejemplo, las del cerebro, el corazón, los riñones y los ojos.1

La ECV puede provocar eventos repentinos, como el taponamiento de las arterias que irrigan al corazón, lo que se conoce como infarto de miocardio.2 En este evento los síntomas pueden ser variados. Se puede presentar como: dolor o sensación de presión en el pecho, sudor frío, fatiga, acidez estomacal, aturdimiento, mareos repentinos, náuseas, falta de aire y dolor o molestias en las piernas, brazos, cuello, la parte superior del abdomen o la espalda.2 

Cuando el taponamiento repentino de la arteria se produce en un vaso cerebral, estamos frente al accidente cerebrovascular (ACV).3 Algunos de los síntomas de ACV incluyen dificultad para hablar y entender a otras personas, entumecimiento, debilidad o parálisis de alguna parte del cuerpo, problemas repentinos en la visión y dolor de cabeza súbito e intenso.3

Es importante resaltar que, ante cualquier síntoma, es importante consultar en forma urgente a una guardia de emergencias para recibir atención médica. En el caso de un infarto cardiaco (IAM) o un ACV, actuar a tiempo es fundamental.4

Ante cualquier síntoma, es importante consultar en forma urgente a una guardia de emergencias para recibir atención médica.

Relación entre obesidad y enfermedades cardiovasculares

No hay una única causa de la ECV, sino que muchos factores pueden aumentar los riesgos de que aparezca1, entre ellos: la obesidad, la edad, el sexo, los antecedentes familiares, el tabaquismo, la mala alimentación, la falta de actividad física, el consumo de alcohol, la presión arterial alta y la diabetes, entre otros.5

La obesidad no solo se refleja en el peso corporal, sino también en la salud de las arterias y el corazón.  Una alimentación poco saludable, con dietas altas en azúcares y grasas, y bajas en frutas y verduras5 sumado a una escasa actividad física y otros factores como la genética, pueden influir en el desarrollo de la obesidad. La obesidad no solo afecta la salud cardiovascular de manera directa, sino que también puede llevar a la diabetes, una enfermedad que tiene una relación conocida sobre las enfermedades cardiovasculares, potenciando el riesgo.1

Síndrome Metabólico: Obesidad y Diabetes

La obesidad, con su alteración del tejido graso, puede favorecer el desarrollo de resistencia a la insulina (efecto insuficiente de la insulina producida por el organismo). Estos son algunos factores de riesgo clave en el diagnóstico de lo que se conoce como Síndrome Metabólico, que —a su vez— aumenta el riesgo de diabetes y ECV.6

La diabetes tipo 2 es una enfermedad crónica, por lo que resulta clave realizar controles médicos periódicos para mantener un control adecuado de la enfermedad con el fin de reducir el riesgo cardiovascular asociado.7

El Síndrome Metabólico es diagnosticado por un profesional de la salud, evaluando los resultados de un examen físico (con medición del perímetro de cintura o la presión arterial, por ejemplo) y análisis de laboratorio que incluyen los niveles de colesterol, triglicéridos y azúcar en sangre.

La buena noticia es que se puede hacer mucho para reducir estos riesgos con la incorporación de un estilo de vida saludable, como adoptar una adecuada alimentación, gestionar el estrés de manera efectiva, realizar ejercicio físico y evitar el tabaco, entre otros.6

¿Querés saber más? Leé nuestro artículo “Cómo cuidar tu salud cardiovascular” en nuestro portal y encontrá consejos útiles para mantenerte en forma y saludable. Y recordá la importancia de la consulta médica para adaptar cada plan terapéutico a tu medida.

El presente material es meramente informativo y educacional, con el objetivo de crear concientización. No reemplaza la opinión profesional. Ante cualquier duda, consulte a su médico/a.

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Referencias

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