Obesidad y depresión: ¿qué tienen en común?

La depresión y la obesidad son dos condiciones de salud que pueden estar vinculadas, influyendo una en la otra, creando un círculo difícil de romper. Según el Dr. Cetkovich, cuando una persona experimenta ambas, el tratamiento se vuelve más complejo, por lo que su abordaje en conjunto es clave para mejorar la calidad de vida.

Factores comunes como la predisposición genética, algunos aspectos biológicos y psicológicos, e incluso la influencia de nuestro entorno social y familiar, contribuyen al desarrollo de ambas condiciones. Esto requiere un enfoque multidisciplinario que integre a diversos profesionales de la salud, abarcando tanto los aspectos físicos como emocionales, para lograr resultados significativos en el tratamiento.¹

Más allá de lo clínico, la obesidad y la depresión enfrentan un fuerte estigma social, cargado de prejuicios sobre la “falta de voluntad” o “elección” de quienes viven con estas condiciones. Este error común obstaculiza la empatía y el apoyo necesarios, resaltando la importancia de cambiar la perspectiva para entenderlas desde una mirada más comprensiva y menos crítica. Mirá el video completo y descubrí más sobre este tema.

En muchas oportunidades la obesidad y la depresión se dan de manera conjunta, resultando en casos más complejos, que requieren un tratamiento integral.